Una de las más puras joyas del ballet romántico
Obra maestra absoluta de la danza del Romanticismo. Fue estrenada en 1841 en la Ópera de París constituyéndose en pieza fundamental de la danza clásica, tanto por el tratamiento de los ideales románticos como por el empleo de la más refinada técnica teatral del siglo XIX. Con música de Adolphe Adam, coreografías de Jean Coralli y Jules Perrot y libreto de Jules Henry Vernoy y Theóphile Gautier.