KUKAI DANTZA
La danza de KUKAI tiene la fuerza de los caballos y la ligereza de las aves
La TXALAPARTA suena a partir de los golpes que van produciendo los que la percuten pero, una vez concluido el acto de tocar, ninguno es dueño de lo que ha sonado; no se puede agarrar, su naturaleza desafía la fijación, el golpe se convierte en algo liberador que muta el alma del que trabaja. La escucha y la percepción del propio cuerpo se tornan más profundas, se convierten en vuelo. Es la multiplicación de las potencias de la acción; es la evidencia de ese amasijo de materias diversas que somos.
Siete intérpretes desarrollan esta danza en el espacio emocional que propone el diálogo entre la danza de raíz y una visión contemporánea hacia ella. Un ritmo que nace de la tierra que percute en el presente y llueve en forma de voz, sobre los cuerpos construidos entre la memoria y el futuro