Dos miradas femeninas dentro y fuera del escenario

Si observáramos el teatro a través de un caleidoscopio, la imagen del escenario (la que estamos habituados a ver como espectadores) se descompondría en mil pedazos, en pequeños fragmentos de luz y color que, sumados, uno a uno, dibujarían la totalidad de la escena teatral. Y es que el teatro tiene muchas miradas. Tantas como espectadores. Pero también, tantas como profesionales trabajan para que la representación final sea posible.

En el Día de la Mujer, en Caixa Popular a Escena enfocamos el prisma desde dos miradas femeninas que viven el teatro desde dentro, pero desde profesiones muy distintas.

La actriz María Castro y la directora de Comunicación y Marketing del Teatro Olympia María Ángeles Fayos comparten su caleidoscopio con nosotros para que nos aproximemos a su profesión y contrastemos sus vivencias dentro y fuera del escenario.

¿Qué es lo que más te gusta de tu profesión?

MARÍA CASTRO: Poder encarnar diferentes personajes, ¡viviendo muchas vidas en una!

MARÍA ÁNGELES FAYOS: Poder influir positivamente en el día a día de las personas que se acercan al teatro. Hacerles sentir más felices aligerando por un tiempo sus preocupaciones, su soledad o simplemente abrirles nuevas perspectivas.

¿Cuál es el momento más bonito que has vivido en tu trabajo?

MC: El poder recibir el Ondas, un premio con el que jamás había soñado. Apareció toda mi familia de sorpresa, a compartirlo conmigo, cuando se suponía que no había entradas... ¡Mentirijillas que me habían contado!

MªF: La celebración del 100 aniversario. En ella, pudimos dedicar más tiempo y recursos para el público y el equipo humano que nos ha acompañado en este largo recorrido. También, los que he compartido con todas las actrices y actores.

¿Y el más difícil?

MC: Marcharme a Madrid. Lo hice con decisión, pero también con mucha morriña... que por algo soy gallega.

MªF: El más difícil, el cierre el 14 de marzo por la pandemia y desde entonces todo lo que conlleva el Covid a nivel de trabajo: reducción de aforo, toque de queda, el miedo social, las extraordinarias medidas sanitarias que hemos implementado, los Ertes, y, a nivel humano, la preocupación por la salud de equipos artísticos, compañeras y compañeros de trabajo, el público. La crisis económica que padecemos y que reduce el acceso a la cultura. Tampoco hemos conseguido aún que las entradas sirvan como un salvoconducto que suavice el toque de queda y el cierre perimetral. Es una batalla que me gustaría ganar, dar ese valor añadido a la cultura y facilitar su acceso. 

Si ahora volvieras a encontrarte con la niña que fuiste, ¿qué le dirías? 

MC: Que no se agobiase tanto con la perfección y con el no fallar porque vive una más tranquila con un poco menos de exigencia.

MªF: Que no hay que desaprovechar ninguna oportunidad y que la vida cuando tienes pasión por tu trabajo es algo más fácil.

Háblanos de una mujer que te haya inspirado, que haya sido un referente para ti a nivel profesional o personal. 

MC: Mi madre... me pasma que siempre pueda, que nunca le duela, que nunca se canse... y siempre todo con una sonrisa y dedicación absoluta a su familia.

MªF: Voy a nombrarte mujeres que ya no están, porque ahora mismo hay muchas muy potentes en el mundo de la cultura que están haciendo un gran trabajo para cambiar la inercia del sistema, tanto en puestos de responsabilidad política o académica, como en fundaciones privadas y organizaciones empresariales. Te doy algunos nombres: Matilde Salvador, Mara Calabuig, Carmen Alborch. De ella recuerdo una frase que me dijo 20 días antes de morir: "no tires la toalla, aunque veas que no consigues nada, sigue, sigue luchando".

¿Qué rol cumple actualmente, para ti, la mujer dentro de tu profesión? 

MC: Estamos mucho mejor que antaño. Hay sitio para todas, incluso más guiones. Aunque haya determinados puestos dentro del audiovisual, donde se sigue prefiriendo la mano masculina: cámaras, técnicos...

MªF: En los últimos años hay muchas mujeres en presidencias de asociaciones profesionales, dirección de festivales y a nivel público, en cultura, hay mujeres brillantes, tanto en el Ayuntamiento como en la Generalitat, la universidad, el Consell Valencià de Cultura (CVC), trabajando mucho y de manera transversal. Así que creo que el papel de las mujeres es cada vez más importante.

¿Crees que se ha avanzado entre la igualdad entre mujeres y hombres? 

MC: En ciertos aspectos si obviamente, incluso a nivel legislativo todo está más equiparado. Pero en el fondo de nuestras cabezas seguimos aun reproduciendo patrones que se deberían erradicar... ¡así que hay que seguir luchando!

MªF: Se ha avanzado mucho, pero queda mucho por hacer. No es cuestión de que haya una aparente distribución paritaria, sino de conseguir un respeto total sin diferenciar a las personas por su sexo. Y las mujeres deben tener un peso real ejecutivo. 

¿Has vivido alguna situación discriminatoria dentro del teatro?

MC: No, nunca... y tampoco las he presenciado. Y mira, mejor así... porque mira que soy tranquila, pero ese tipo de injusticias me enfadan sobremanera.

MªF: Yo personalmente no, pero me quedé sorprendida de que, en un sector como el de las artes escénicas, que se supone tiene una sensibilidad especial haya aún muchas dificultades para mujeres técnicas de escenario, directoras y autoras. También hay que mejorar el lenguaje tanto en las obras como en nuestro trato habitual, porque sin darnos cuenta tenemos hábitos discriminatorios, igual que el vocabulario o temática utilizado en las obras. Por eso nos enorgullece tanto, como empresa, haber firmado el I Plan de Igualdad, porque nos parece de suma importancia. 

¿Qué te ha dado y qué te ha quitado tu profesión?

MC: Me ha dado la posibilidad de conocer a mucha gente distinta, muchos lugares únicos, vivir experiencias inimaginables, acercarme al gran público... Y me ha quitado tiempo de mi tierra y de mi familia. Aunque esta última intento que me acompañe siempre que sus trabajos se lo permiten.

MªF: Me ha dado una mirada diferente del mundo y de las personas que me rodean. Pero, es verdad que a costa de la vida personal. Cuando te apasionas por las artes escénicas, por la producción, por la exhibición, por visibilizar este trabajo en la ciudad, a nivel de Comunitat, de Estado, es un recorrido sin final ... y te quita tiempo.

¿Qué consejo le darías a una mujer que quiere comenzar en este mundo? 

MC: Que tenga paciencia, porque esperar la oportunidad no es fácil. Mientras, formación, formación y formación. Y que siempre que viva algo injusto, por el mero hecho de ser mujer, que lo manifieste a los cuatro vientos. Ahora que se puede, creo que no podemos ni debemos quedarnos en silencio.

MªF: Que lo va a tener difícil, sobre todo ahora con la crisis sanitaria y económica, pero que no acepte un no, que intente formarse como profesional, trabajar con esfuerzo y constancia, y sobre todo, que luche y que no se ponga límites.