Daniele Finzi, en Caixa Popular a escena

Soy un hombre de teatro en un sentido abierto

Dice la RAE, en su primera acepción de la palabra, que invisible es algo "que no puede ser visto". Pero qué algo no pueda ser visto no significa que no esté ahí. Trasladando un símil muy utilizado en el mundo del mar al teatro, podríamos decir que una producción teatral es como un iceberg, en el que los espectadores y espectadoras solo vemos la punta de todo (lo visible), pero los cimientos que hacen que no se tambalee ese todo están sumergidos en la parte escondida (lo invisible).

Desde Caixa Popular y el Teatro Olympia queremos, en esta sección del blog, poner en valor, dar a conocer y visibilizar todas estas profesiones y profesionales, oficios, y por qué no llamarlo arte, que están detrás de cada montaje o producción teatral, que quedan fuera de los focos, del calor del público, del reconocimiento, pero que son imprescindibles, esenciales y vitales para subir el telón cada día.

Hablamos con Daniele Finzi Pasca, creador del espectáculo de teatro acrobático 'Nuda', que ha trabajado con compañías de la talla de El Circo del Sol o para eventos como la Gala de Clausura de los Juegos Olímpicos.

1. Eres autor, director, coreógrafo, clown? Para ti, ¿quién es Daniele Finzi? ¿cómo te defines?

Soy un hombre de teatro en un sentido abierto donde, más que especializarse en una técnica, uno puede aprender todo, como navegar, cuando uno aprende un poquito de esto y lo otro hasta que tiene una visión global del teatro.

2. Este mes de abril llegas a Valencia con Nuda, un espectáculo de teatro acrobático del que eres el creador. ¿Cuáles son los pasos para crear un espectáculo de este tipo?

Los pasos son siempre la escritura, antes que todo, pensarlo y tenerlo en la cabeza. Después, la escritura significa sentarse con todo el equipo de creadores y plantear una idea que abarca desde las imágenes más acrobáticas a los elementos del detalle, del vestuario, de la música? Así que, cuando empezamos a cocinar ya de verdad, en los ensayos dentro de un teatro, donde el tiempo es siempre es demasiado poco, todo está ya claro. 

3. ¿Cuánto tiempo lleva dar forma a una obra así, desde la idea hasta la puesta en escena?

El tiempo de la escritura, como el tiempo de la creación, es siempre poco. Uno tiene que tenerlo en muy claro, no desperdiciar el tiempo. El dinero se encuentra siempre, pero el tiempo no. Uno tiene que soñar de una forma eficaz, precisa, donde las cosas que uno sueña un día van a ser posibles.

4. ¿Cómo es tu trabajo del día a día como director?

Me planteo como cuando me preparo a un ensayo y me dispongo siempre a sorprenderme, a mudar, a buscar el viento, a cambiar de ruta si es necesario. Pero para no marear a todos, para no dar una sensación de desconfianza, cada día trato de llegar a un punto. Cuando un día es bueno, los ensayos duran poco. Si lo que teníamos que hacer está, podemos irnos todos a tomar una cervecita porque lo que se tenía que hacer, se hizo.


Uno tiene que soñar de una forma eficaz, precisa, donde las cosas que uno sueña un día puedan ser posibles.

5. ¿Por qué te enfocaste hacia el mundo del circo? 

Yo no me enfoqué hacia el mundo del circo. Dirijo óperas, sigo haciendo teatro, me fascinan los grandes eventos como ceremonias gigantes, me gusta dirigir a los músicos y los cantantes, me gusta coreografiar, me gusta tanto trabajar con actores y clown? Entonces fui llamado por el circo. Tenía de joven una larga experiencia de gimnasta, así que conocía bien el lenguaje acrobático. Con todo mi pensar de teatreros, podía llevar el discurso acrobático hacia el mundo del teatral, como lo que se busca ahora o lo que se buscaba hace 25 años atrás en lo que se llamaba el ?Nouveau cirque?. Entonces puedo dialogar bien. Conozco bien los problemas y el lenguaje de la acrobacia, pero no soy un hombre de circo. Y además, prefiero pensar que no hay límites a nada. Viajo entre un mundo y el otro universo teatral con una cierta ligereza.

6. A tu parecer, ¿está suficientemente valorado o reconocido el teatro acrobático?

No sé si es una cuestión de valorarlo. Seguramente hay obras y compañías que tratan de renovar, de hacer algo novedoso, de cuestionarse, y otros que simplemente repiten. A mí me interesan siempre aquellos en los que hay una necesidad de empujar las cosas hacia adelante o en profundidad. Eso es lo que me fascina de las personas que adoro y que frecuento. 


El teatro es un gran juego donde la ilusión toma forma.

7. ¿Qué papel ha tenido aquí el Circo del Sol para acercar al público este género y darle el reconocimiento que merece?

En el Circo del Sol se inventaron una máquina para soñar en una forma distinta, para tomar el modelo de los circos tradicionales y la libertad. Estos que fundaron el circo, se fueron a estudiar al Circo Nacional Suizo, al Circo Knie, y se hicieron amigos. Les robaron algunas intuiciones y después en Canadá empezar a crear un nuevo lenguaje. Y este nuevo lenguaje llegó al público en una forma profunda. Hizo soñar, sorprendió, y sobre todo a un público abierto, internacional, creando un lenguaje de ensueño. 

Ese es el poder, la fuerza del circo, donde a veces pasa tiempo donde esta agitación de hacer algo de novedoso se vuelve menos presente; y en otros momentos se vuelve como una exigencia vital.

8. ¿Qué es lo que más te apasiona de tu profesión? 

En nuestro mundo todo sigue cambiando. Yo estoy fascinado con la humanidad de los intérpretes, su sangre, sus sueños, su respiración, su sudor, sus charlas. Pero, si del otro lado, si creamos sorpresa con la tecnología, esto nos permite cada vez más crear ilusiones. El teatro es un gran juego donde la ilusión toma forma. Cada vez, trato de descubrir con todo nuestro equipo, nuevos sabores, nuevos perfumes, nuevas sorpresas para tratar de sorprender. Me fascina que la tecnología sea una tecnología caliente, que no sea una demostración sino que sea un malabarismo, un juego de magia.


El futuro me pide ser fiel a mí mismo y a una compañía. 

9. Has sido creador de espectáculos para El Circo del Sol, para la Gala de Clausura de los Juegos Olímpicos? ¿Qué es lo más difícil de enfrentarse a proyectos de esta envergadura?

La cosa más difícil de los proyectos más grandes es aprender a utilizar el tiempo, como decía antes. En tu cabeza tienes que tener toda la partitura clara, para poder indicar varias cosas al mismo tiempo. Es como cocinar y tener diez platos al fuego al mismo tiempo. Si uno va plato por plato, no va a cocinar nunca banquetes gigantes. 

10. ¿Dónde podemos encontrar a Daniele Finzi en su tiempo libre? 

Adoro caminar en la montaña, sí, camino mucho. 

11. ¿Qué le pides al futuro? 

Creo que el futuro me pide ser fiel a mi mismo y ser fiel a una compañía. Este año se cumplen 40 años trabajando ya con algunas personas, 30 con otras... Es una historia de perseverancia y creo que el futuro me pide ser perseverante.

Consigue ahora tus entradas para Nuda, que estará del 7 al 16 de abril en el Teatro Olympia.